Dos de los trastornos más comunes a nivel mundial que afectan a la salud mental son la depresión y la ansiedad. Uno de los factores que podrían estar relacionados con la aparición de estas dos enfermedades es la dieta.
Las dietas vegetarianas o veganas debido a la ausencia del consumo de productos de origen animal tienen un mayor riesgo de presentar algunos déficits nutricionales. Se ha demostrado que presentan bajo aporte de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitamina B12 y zinc. Además, aunque el aporte de hierro de las dietas vegetarianas suele ser bastante similar al de las dietas no vegetarianas, la biodisponibilidad del hierro proveniente de las dietas vegetarianas es menor debido a la ausencia de hierro hemo. Por su lado, las dietas veganas también tienen menores niveles de ácidos grasos omega-3 en sangre (EPA y DHA), además de una menor ingesta de vitamina B12 y calcio que personas que incluyen carne en su dieta.
Tras un estudio concluyeron que un patrón de abstención de consumo de carne está claramente asociado con una peor salud mental, específicamente con niveles más altos de depresión y ansiedad.
Parece que la asociación entre depresión y vegetarianismo podría estar relacionada con una disminución en la ingesta de ácidos grasos omega-3, vitamina B12, folato, hierro o zinc. Otro factor potencial podría ser los elevados niveles de fitoestrógenos, además de mayores niveles de metabolitos de pesticidas, como consecuencia de un mayor consumo de frutas, vegetales y soja.
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